domingo, 29 de mayo de 2011


Sgt. Jack Daniels and the Old N°7 Band

Una banda superpoblada

 Sus siete integrantes debutaron el 27 de mayo en el bar
 Cátulo Castillo con covers variados y cinco músicos invitados


Por Antonella Merola

Los Beatles eran cuatro. Los Guns N Roses, cinco. Ellos son 7 y otro tanto más. Bajando unas escaleras que parecen esconderse al borde una esquina del barrio de Palermo, el bar Cátulo Castillo se encuentra expectante. Son las 23 del 27 de mayo y, aproximadamente, 50 jóvenes están reunidos para presenciar el debut de Sgt. Jack Daniels and the Old N°7 Band, una banda de rock que se formó “para divertirse”.

Junto al escenario, una puerta abierta deja a la vista un diminuto camarín que sufre una superpoblación desmesurada. La banda está integrada por Alejandro Bulgarini (guitarra y voz), Diego Vázquez (batería), Esteban “Coti” Aramendi (guitarra y bajo), Guido Mariani (guitarra y bajo), Pablo “Pik” Picasso (guitarra, voz y batería), Rodrigo Palacios (guitarra y voz) y Willy Laguna (guitarra y  voz). Sin embargo, los miembros de Sgt. Jack Daniels and the Old N°7 Band no se conformaron y, para su debut, invitaron cinco músicos más: Julián Drangosch (bajo y coros), Juan Manuel Drangosch (voz), Eric David Fleytas (voz) y Mercedes Artese (voz). Todos siguen preparándose, apretujados en el pequeño cuartito.


Finalmente, Vázquez, Bulgarini, Aramendi y Laguna suben al escenario y empieza a sonar “Knocking on heaven's door”, de Guns N Roses. Cuando Willy Laguna comienza a cantar, todos se sorprenden por su perfecta imitación de Axl Rose. El tema avanza y es versionado con solos originales de guitarra y batería. Luego del último alarido rockero, los aplausos ensordecen y rotan todos los músicos excepto el baterista. Pablo Picasso acaricia su telecaster y el riff con efecto delay de “Mr. Brightside” de The Killers llena los espacios. Le siguen “Crackerman” de Stone Temple Pilots y “Love me two times” de Jim Morrison.

Diego Vázquez en la batería

La noche avanza y sorprende la interpretación musical del inusual tema “Plug in baby” de Muse. Picasso se luce con un tapping y el baterista Diego Vázquez se gana muchos aplausos por un complejo solo improvisado. Continúan con Cigarettes and ancohol” de Oasis, “Whole lotta love” de Led Zeppelin y “Hey Joe” de Jimi Hendrix, entre otros.

“Los que tengan pareja ahora pueden bailar y los que no también”, advierte Picasso. Un segundo después, una renovada versión del clásico “Johnny B. Goode” de Chuck Berry empieza a sonar. Los vocalistas se turnan en las distintas estrofas y el recital alcanza su punto máximo de dinamismo. Cinco. Seis. Ocho. Cada instante aparecen más músicos. Dos parejas se levantan de sus asientos para bailar. El escenario está que estalla. Ahora es imposible ver al baterista y las palmas del público acompañan la música.
Bulgarini, Laguna y Palacios

“Estamos planeando otro recital para mediados de noviembre”, señala Guido Mariani, entusiasmado. El recital está por terminar después de 15 covers versionados con los que la banda demostró que puede contagiar alegría y energía desde el escenario.


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